lunes, 22 de septiembre de 2014

EVANGELINA NOGALES

Lugar y fecha de nacimiento: Comenar Viejo (Madrid, 1965).

Formación académica: Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad Autónoma de Madrid, obtuvo su doctorado en Biofísica por University of Keele (Reino Unido).
Líneas de investigación: Procesos moleculares en ornganismos vivos como pueden ser la transmisión de cromosomas entre padres e hijos o la transferencia de información desde los genes a las proteínas.
En la actualidad es investigadora del Howard Hughes Medical Institute, profesora de Bioquímica y Biología molecular de la Universidad de Berkeley e investigadora senior del Lawrence Berkeley National Laboratory de California.


En 1998, a la edad de 32 años, esta destacada científica fue portada de la revista científica más prestigiosa del mundo, Nature. La estructura molecular de la tubulina, uno de los mayores retos científicos en biología desde finales de la década de 1960, había sido por fin resuelto. Tras cinco años de arduos trabajos y gracias al uso de técnicas innovadoras (cristalografía de electrones), la biofísica española Evangelina Nogales había logrado reproducir la estructura en tres dimensiones de la tubulina, una proteína que juega un papel esencial en el proceso de división celular y en el transporte de materias por el interior de las células. Era la primera del mundo en hacerlo.

Dieciséis años después, en 2014, vuelve a ser noticia en otra revista científica, en este caso Cell, por haber descubierto como funciona exactamente el antitumoral Taxol, una sustancia extraída de la corteza de un árbol: el tejo del Pacífico. Mediante técnicas de criomicroscopia electrónica, el equipo de Evangelina Nogales ha podido congelar estructuras microscopicas y estudiarlas a nivel casi atómico. El taxol se fija en los microtúbulos de la tubulina impidiendo el proceso de división celular, este descubrimiento puede servir para mejorar los medicamentos contra el cáncer.

Todo esto, por ejemplo, se ha traducido en formar parte del consejo editorial de importantes revistas científicas como Journal of Structural Biology (desde el año 2000) o el Journal of Molecular Biology (desde el año 2012).

Releyendo en El País aquella noticia de 1998, me encuentro con estas palabras: “Nogales, de 32 años, ha recibido ofertas para incorporarse como profesora de investigación en la Universidad de Harvard (EE UU), que ha rechazado aduciendo motivos personales. En el fondo de su negativa subyace también su deseo por volver a España.” Pero no lo hizo salvo para realizar dos estancias de estudio en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas en 2007 y 2008 al obtener uno de los premios de la Fundación BBVA. ¿Celo patrio de periodista Xavier Pujol Gebelli u otra de las características patrias, la fuga de cerebros?...
En la página web de la Universidad de Berkeley podemos leer algunas ideas de esta destacada científica sobre la relación Ciencia y Mujer. En primer lugar, la Biofísica es un campo científico con una baja representación femenina y alienta a las nuevas investigadoras a entrar en él ya que asegura nunca ha sentido discriminación por motivos de género. Pero también destaca que la maternidad puede ser una elección difícil dadas las largas horas de trabajo en el aula y el laboratorio. Pese a ello, Evangelina Nogales es madre de dos niños. El consejo que da esta investigadora a las jóvenes científicas que viene detrás es ser lo más asertiva posible en la vida profesional. “No digas que alguien te está tratando de forma distinta por ser mujer”, comenta Evangelina Nogales. “Si piensas que está pasando algo, actúa de una manera constructiva. No malgastes tu energía sintiéndote una víctima, concéntrate en hacer las cosas lo mejor posible.”




sábado, 13 de septiembre de 2014

AMPARO CANO GARCÍA

Lugar y fecha de nacimiento: Cieza (Murcia), 1952.

Formación académica: Doctora en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid.
Línea de investigación: Diferentes áreas de la Biología y fundamentalmente en la oncología molecular.
Cuando Amparo Cano García terminó su doctorado en 1978, pasó tres años en Estados Unidos completando su formación postdoctoral en dos importantes centros de investigación, la Universidad de Michigan y el aclamado Massachusetts Institute of Technology (MIT). En 1981, regresaría a la Universidad Autónoma de Madrid donde ha desarrollado la brillante carrera investigadora de reconocido prestigio nacional e internacional.
En la actualidad, esta destacada investigadora dirige el grupo de Mecanismos de Progresión Tumoral en el Instituto de Investigaciones Médicas “Alberto Sols”, un centro de investigación mixto de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su labor investigadora la compagina con la docencia como Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular en la UAM.
Cuando una investigadora participa en la generación de tres patentes o ha trabajado en publicaciones científicas que se han traducido en más de 11000 citas en la literatura científica mundial quiere decir que estamos delante de uno de los referentes mundiales en este campo de investigación. Como prueba de ello vamos a citar dos de los premios que le han concedido a lo largo de su dilatada carrera investigadora:
Premio Nacional L’Óreal-UNESCO “For Women in Science”, 2009.
Premio de Investigación Biomédica en la categoría de Investigación Preclínica, de la Fundación Lilly, 2014.
Sus investigaciones, y las del grupo que lidera, han permitido identificar varias moléculas implicadas en el desarrollo de los tumores de tipo carcinoma que son los más frecuentes en los seres humanos. Tal vez, la más importante de estas moléculas sea quizá la cadherina-E, cuya presencia es clave para impedir que las células tumorales sean capaces de moverse y migrar hacia otros órganos diferentes a donde se originó el tumor y provocar la temida y devastadora metástasis.
Su grupo de investigación también ha logrado detectar otras moléculas que favorecen dicha migración como las proteínas Snail o  LOXL2, que es un marcador para predecir el pronóstico del cáncer de laringe o de un subtipo de cáncer de mama; y que también podría actuar como diana terapéutica contra la que actuar para inhibir el progreso de estos tumores. "Puede ser una buena diana y de hecho ya se están desarrollando modelos preclínicos para buscar fármacos que actúen contra ella, aunque por el momento no hay ninguno específico", ha declarado la investigadora a los medios de información. Además, hay estudios iniciales que también parecen mostrar que su presencia es relevante en las metástasis de otros tumores como el de endometrio, aunque esta última idea debe de confirmarse tras más ensayos clínicos.
Todo esto se ha traducido en la apertura de nuevos campos de investigación en los procesos celulares que controlan la evolución de los tumores. 
Por último, reproducimos parte de la entrevista que Fiona M. Watt realizó a esta destacada investigadora para la revista Journal Cell Science en 2004.

Pregunta: ¿Cree usted que el hecho de ser mujer es una ventaja/desventaja inherente a la carrera científica? ¿Por qué? 
Respuesta: Personalmente, nunca he sentido que ser una mujer haya resultado ser una carga o que me haya favorecido. Sin embargo, creo que en general hay una cierta desventaja para las mujeres, sobre todo, si tienen hijos. Durante todos estos años, he conocido a algunas mujeres que han renunciado a su carrera científica o a cargos importantes dentro de la estructura académica y de investigación debido a la responsabilidad en el cuidado y educación de sus hijos. La mayoría de ellas sufren al poder dedicar suficiente tiempo a ambas cosas: sus hijos y el laboratorio. Por todo ello, creo que ser mujer es una desventaja inherente a la carrera científica, no por las características profesionales sino porque en esta sociedad la mujer dedica todavía más tiempo a la familia que el hombre.

lunes, 1 de septiembre de 2014

SHE FIGURES 2012

El informe She Figures de la Comisión Europea de Investigación, Innovación y Ciencia se lleva publicando cada tres años desde 2003 y hace referencia al estado igualdad de género en el ámbito de la investigación, educación, mundo empresarial,.... El último informe, She Figures 2012, fue presentado en marzo de 2013. Para resumir los datos del informe se pueden utilizar las contundentes palabras de la comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, la irlandesa Máire Geoghegan-Quinn: “En los últimos diez años, la Comisión Europea ha publicado cuatro informes She Figures sobre la situación de la mujer en la ciencia, y debo decir que los datos presentados en el último de ellos muestran que estamos lejos de lograr la igualdad de género en el ámbito de la investigación. Esto es lamentable para las mujeres científicas y malo para Europa”.

El texto es extenso e intenso. Alguna de las conclusiones obtenidas son:

1. Aunque el 46% de las personas que obtienen un doctorado son mujeres, únicamente el 32% de las personas que trabajan en investigación en la Unión Europea lo son.

2. La proporción de mujeres trabajando en campos científicos e ingenieros en la Unión Europea es del 32%. Los datos de 2010, indican que había tres países en los que la proporción de mujeres científicas y ingenieras era del 50% o más: Islandia (50%), Bulgaria (50%), y Polonia (53%). En muchos países, la proporción de mujeres es mucho más baja a ese 32%. Suiza se encuentra en la parte inferior del ranking con sólo 18% de las mujeres en esta categoría.

 3. A pesar de que España está en el furgón de cola en las cifras generales (17% de científicas), el informe parece mostrar algunos puntos de luz de esperanza. Entre otras cosas, es el país de la Unión Europea con un mayor incremento (12% anual) en el número de mujeres investigadoras del sector público (la media europea es del 4,3%). 

 4. El estudio detecta que el 57% de las mujeres investigadoras pertenecen al ámbito de las ciencias médicas y que España es uno de los cuatro países de la UE (junto a Dinamarca, Luxemburgo y Malta) en el que el número de científicas en agricultura, ya bajo de por sí, desciende desde 2002.

5. De los datos se deduce una ventaja de los países del este respecto a los del oeste. Según explica Dora Groo, presidenta de la Asociación Húngara de Mujeres en la Ciencia y de Gendera hasta junio de 2012 (un proyecto europeo “para cambiar el balance de género en las organizaciones dedicadas a la investigación”), “este relativamente elevado porcentaje de mujeres en los países del Este tiene un origen histórico. Durante el régimen socialista casi todas las mujeres trabajaban en nuestros países en todos los campos de trabajo, incluida la investigación científica. En las universidades, todas las facultades, estaban abiertas a las mujeres e incluso eran favorecidas y un alto número de ellas continuaron sus carreras investigadoras. Estos Estados se dotaron una fuerte red para el cuidado de los hijos y, de este modo, las mujeres pudieron volver a sus trabajos después de algunos meses y continuar sus trabajos. Por tanto, a largo plazo, ellas consiguieron avanzar en su carrera, aunque es cierto que siempre con más dificultades y más lentamente que los hombres”, explica Dora Groo. “Con todo”, lamenta, “aunque el porcentaje de mujeres en este caso es muy positivo para estos países, cuando analizamos los niveles muy altos de investigación y puestos de gestión y decisión, vemos que también en los países del Este se encuentran muy pocas mujeres”.


6. Las mujeres tienen más éxito en la escuela, ya que obtienen mejores calificaciones y son menos propensas que los chicos repetir un año (Comisión Europea, 2008). Sin embargo, la segregación sexual persiste a pesar de la ventaja de la mujer en el número de graduaciones en todos los niveles de estudio. Las mujeres con menos frecuencia se involucran en Ciencia, Ingeniería y Tecnología, mientras que los hombres optan menos por la Educación y la Salud. Esto no sería un gran problema si no fuera porque los estudios dominados por los hombres son generalmente los que ofrecen mejores oportunidades profesionales. Las razones para estas opciones de estudio entre hombres y mujeres incluyen estereotipos que a menudo se encuentran en los libros y manuales escolares; actitudes de género de maestros, consejos de género y orientación sobre cursos a se aplique; diferentes expectativas de los padres sobre el futuro de las niñas y los niños; etc. Como resultado, algunos campos de estudio y algunas profesiones son considerados como femeninos, otros como masculinos. Si el objetivo es cambiar estas tendencias e introducir un equilibrio de género en todos los campos de estudio como base para una mayor igualdad de género en el mercado laboral, entonces es con respecto a todo lo anteriormente comentado contra lo que se tiene que trabajar a nivel político. 

 La Comisión Europea lanzó en 2013 su ambicioso programa científico Horizonte 2020, el mejor dotado de la historia de la UE y que, según fuentes de la Dirección General de Investigación e Innovación, “contempla importantes medidas para equilibrar el desajuste de género en el ámbito científico europeo, como introducir la variable del género en cada una de las fases del ciclo de investigación e innovación: balance de género en los equipos de investigación y en los procesos de toma de decisiones, como grupos de expertos o paneles”. “Los datos obtenidos hasta ahora”, aseguran las fuentes, “muestran que no hay evidencia de una reducción espontánea de la desigualdad de género, de manera que todas estas iniciativas son necesarias para que se progrese en esta materia. Con adecuadas medidas como éstas y otras que se tomen, los progresos llegarán”.


Con respecto a esto último, recuerdo la “política” de la Comisión Europea para atraer a las mujeres hacia los campos científicos: Sience, it’s a girl thing!

Tras el malestar generado por este vídeo sexista, frívolo y completamente fuera de lugar, la Comisión Europea decidió retirar la campaña aunque curiosamente a día de hoy puede seguir viéndose en Youtube.
Una de las respuestas a este tipo de "política" europea vino de la Universidad de Bristol. Una parodia con minifaldas, tacones, escotes, emoción desbordada al descubrir que «1+1=2», esconden revistas de moda dentro de los libros científicos, reducción de un cerebro femenino al tamaño de un guisante con tomografía computarizada o desmayos por la presencia de un colega masculino. «Lo hicimos por diversión, pero también porque el original era horrible. Era realmente degradante para las mujeres y no contenía nada de ciencia, solo maquillaje», afirma una de las participantes, Suzi Gage, neuropsicóloga cognitiva. Este es su vídeo:

Toda la información completa sobre este informe la Unión Europea se puede encontrar en este enlace: SHE FIGURES 2012