martes, 21 de octubre de 2014

PREMIOS Ig NOBEL O LOS ANTINOBEL

El sentido del humor es fundamental en cualquier aspecto de la vida y la relación Mujer y Ciencia no debe de ser una excepción. Aquí están unos premios que, en principio, podrían parecer absurdos pero que muestran como en muchas ocasiones los caminos de la investigación pueden llegar a ser de lo más sorprendentes...

Los Premios Ig Nobel, conocidos popularmente como los anti-Nobel, son una parodia del premio Nobel y se entregan cada año entre los meses de septiembre y octubre por los logros de diez grupos de científicos que, en palabras de su creador, "primero hacen reír a la gente, y luego le hacen pensar". Organizado por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR), los premios son presentadas por un grupo de investigadores que incluye a auténticos laureados con el Nobel. La ceremonia se realiza en el Sanders Theatre, de la Universidad de Harvard

Este fue el vídeo promocional para los premio Ig-Nobel 2014


Entre las premiadas en lo últimos años podemos destacar:

Año 2014: Premio Ig Nobel de Nutrición a un grupo de investigadoras españolas que descubrieron que, por extraño que parezca, los excrementos de bebes pueden servir como cultivo de potencial alimento probiótico, en el que proponen fabricar salchichas nutritivas con las heces de los niños recién nacidos. El grupo de investigadoras españolas estaba formado por Raquel Rubio, Anna Jofré, Belén Martín, Teresa Aymerich y Margarita Garriga y que pertenecen al Instituto IRTA de Investigación y Tecnología Agroalimentarias, dependiente del Departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya. Las investigadoras españolas llevaron a cabo una intervención por videoconferencia, que fue emitida en Sanders Theatre de Harvard. En ella, explicaron cómo habían logrado aislar varias cepas de bacterias del ácido láctico potencialmente probióticas a partir de heces de bebés sanos y, tras cultivarlas, usarlas para fermentar embutidos curados.



Año 2013: Premio Ig Nobel de Biología y Astronomía a Marie Dacke, Emily Baird, Marcus Byrne, Clarke Scholtz y Eric Warrant por descubrir que cuando los escarabajos peloteros se pierden son capaces de volver a casa mirando a la Vía Láctea.

Año 2012: Premio Ig Nobel de Anatomía a Frans de Waal (Holanda y EE UU) y Jennifer Pokorny (EE UU) por descubrir que los chimpancés pueden identificar a otros chimpancés, individualmente, por las fotografías de sus traseros.

Año 2011: Premio Ig Nobel de Fisiología a Anna Wilkinson, Natalie Sebanz, Isabella Mandl y Ludwig Huber por su estudio sobre la no evidencia de que la tortuga de pata roja, Gelochelone carbonaria, produzca bostezos contagiosos.


Año 2010: Premio Ig Nobel de Ingeniería a Karina Acevedo-Whitehouse y Agnes Rocha-Gosselin de la Zoological Society of London, Reino Unido, y Diane Gendron del Instituto Politecnico Nacional, Baja California Sur, México, por perfeccionar un método para recolectar mocos de ballena utilizando un helicóptero dirigido por radiocontrol.

Por cierto, el nombre de Ig Nobel que reciben este premio se basa en un juego de palabras entre la palabra inglesa Ignoble y el nombre que los famosos premios, Nobel.

sábado, 11 de octubre de 2014

PREMIOS NOBEL 2014

A lo largo de esta semana que termina, se han anunciado los ganadores de los premios Nobel de Medicina, Física, Química, Literatura y Paz. Para conocer el de Economía todavía tendremos que esperar unas cuantos días más. Vamos a ver el resultado de estos premios en clave femenina y en los campos científicos.

Premio Nobel de Medicina

El lunes, 6 de octubre, la Academia Sueca otorgó el premio Nobel de Medicina 2014 al estadounidense John O'Keefe y al matrimonio noruego formado por May Britt Moser y Edvard I. Moser. En palabras de la propia Academia Sueca han sido galardonados por sus descubrimientos de células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro. De una forma simple, podemos decir que estos tres científicos han descubierto nuestro GPS interno. Los primeros estudios de este descubrimiento se iniciaron en 1971 cuando John O`Keefe descubrió que un tipo de células nerviosas en el hipocampo siempre se activaban cuando una rata se encontraba en un lugar determinado de una habitación y que otras células se activaban cuando el animal estaba en otro punto. Más de tres décadas después, en 2005, May-Britt y Edvard I. Moser descubrieron otra de las piezas clave de ese sistema de posicionamiento del cerebro. Identificaron otras células nerviosas que generaban un sistema coordinado y permitían de forma precisa situarse en el espacio.


May-Britt Moser nació en 1963 en Fosnavåg (Noruega). Estudió psicología en la Universidad de Oslo. Doctorada en Neurofisiología por la Universidad de Oslo en 1995, trabajó entre 1994 y 1996 en el laboratorio de John O´Keefe en la Universidad de Londres. En el año 2000 fue nombrada Catedrática de Neurociencia. La galardonada científica es también la fundadora y co-directora del Centro NTNU para la Biología de la Memoria (2002) y el Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas (2007). También es miembro de la Academia Noruega de Ciencias y Letras y la Academia Noruega de Ciencias Tecnológicas

Premio Nobel de Física

El martes, 7 de octubre, la Academia Sueca otorgó el premio Nobel de Física 2014 a los investigadores Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura. Los profesores universitarios han sido galardonados según informa la propia Academia Sueca por su invención de los diodos emisores de luz azul eficiente, que ha permitido fuentes de luz blanca brillantes y que ahorran energía.

Otro año más, y ya van 51, una mujer no se encuentra entre los galardonados con este premio. Tenemos que remontarnos a 1963 para encontrarnos con Marie Goeppert-Meyer y antes que ella, hasta 1903, para encontrarnos con Marie Curie. Parece que el artículo publicado hace un año por Susan White y Rachel Ivie sigue totalmente vigente en este campo científico y para este premio. Si deseas leerlo, pincha en el siguiente enlace: BLIND AMBITION


Premio Nobel de Química


El miércoles, 8 de octubre, la Academia Sueca otorgó el premio Nobel de Química 2014 a los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell por desarrollar la microscopia fluorescente. Se reconoce el desarrollo de microscopios de alta resolución que emplean moléculas fluorescentes, una técnica también denominada Nanoscopia. Esto permite estudiar moléculas individuales dentro de células vivas. Este avance ha contribuido al estudio de enfermedades como el alzheimer y el parkinson, así como en el análisis de procesos cognitivos en las neuronas del cerebro.

La última investigadora premiada con el nobel de Química fue Ada E. Yonath en 2009. Si quieres conocer algo sobre esta destacada científica, pincha en el siguiente enlace: ADA E. YONATH

miércoles, 1 de octubre de 2014

AMBICIÓN CIEGA

Dentro de unos días, conoceremos a los nuevos galardonados con los Premios Nobel de Física, Medicina y Química. Tal vez es el momento de recordar un trabajo que apareció hace un año sobre este prestigioso galaradón.

A principios de octubre de 2013, Susan White y Rachel Ivie, dos investagadoras del Centro de Estudios Estadísticos del Instituto Americano de Física (AIP), presentaron un informe titulado Blind Ambition donde ponían de manifiesto el escaso número de mujeres laureadas con el Premio Nobel de Física e intentaban dar una posible respuesta a partir de los datos que posee la institución para la que trabajan. Esta es la traducción de ese artículo. Quiero agradacer la colaboración de la filóloga inglesa Juliette Márquez Collazo  (IES Alpujarra, Órgiva) en la supervisión de este trabajo.

AMBICIÓN CIEGA

El próximo martes, la Real Academia Sueca de la Ciencias anunciará los ganadores del Premio Nobel de Física 2013. Desde 1901, cuando Wilhem Conrad Röntgen fue el primer galardonado con este premio, un total de 193 personas han recibido el honor de ser laureadas con este premio.

En 1903, Marie Curie recibiría este prestigioso galardón, pero en los siguientes 110 años, solamente otra mujer recibiría el Premio Nobel de Física, Maria Goeppert Mayer, cuyo premio fue anunciado en 1963, previo al asesinato de Kennedy. En los últimos 50 años, 114 hombres han ganado el Nobel de Física. Todos son merecedores del galardón, por supuesto.  Este premio reconoce a los mejores científicos y sus importantes descubrimientos. Sin embargo, con únicamente dos mujeres entre los 193 galardonados, es menos del 1 por ciento. Entonces, ¿por qué hay tan pocas premiadas?
La Ciencia trabaja con datos y queremos saber si la ausencia de mujeres premiadas puede ser explicada a partir de los datos que conocemos. Durante décadas el Centro de Estudios Estadísticos del Instituto Americano de Física (AIP) ha recopilado una gran cantidad de datos sobre físicos procedentes de Estados Unidos o  extranjeros que hayan recibido su titulación en este país, y más recientemente hemos completado nuestros datos con físicos procedentes del resto del mundo.
Hemos utilizado estos datos para plantear cinco posibles explicaciones sobre el bajo índice de mujeres que han recibido el Premio Nobel de Física:
1.      No hay demasiadas mujeres doctoradas en Ciencias Físicas.
2.      No hay demasiadas mujeres desarrollando el tipo de investigaciones de vanguardia que son laureadas con este tipo de prestigiosos premios.
3.     Las mujeres no tienen las mismas oportunidades y recursos para desarrollar su carrera investigadora y que le permitan estar en posición de ganar  el Premio Nobel.
4.       Entre los nominados se incluyen muy pocas mujeres.
5.       La probabilidad de ganar el Premio depende del sexo de los investigadores.
Primera opción.  El Premio Nobel es un galardón internacional, que en el caso del Premio en Física ha sido recibido en un tercio de las ocasiones por ciudadanos de Estados Unidos. El número de mujeres que han obtenido un doctorado en Ciencias Físicas en universidades norteamericanas oscila entre el 7 por ciento en 1980 y el 20 por ciento en 2011 del total. Tomaremos ese 7 por ciento de mujeres en 1980 y echaremos un vistazo a los premiados desde 1990. Admitiendo que esto es un enfoque simplista, nos ofrece un punto de partida para empezar a estudiar la situación. Considerando que se necesitan aproximadamente 10 años para que la carrera profesional de un investigador se estabilice y usando el 7 por ciento de mujeres que han obtenido un doctorado en Física en Estados Unidos tendremos la base de nuestro trabajo. 57 hombres han sido nominados para el Nobel de Física desde 1990. Si el conjunto de nominados al Premio Nobel ha incluido ese 7 por ciento de mujeres, las posibilidades de que esos 57 premiados sean todos hombres es menor al 2 por ciento. Usando los conceptos básicos de la estadística estándar, esta diferencia respecto a lo que deberíamos de encontrar es significativa. Esto sugiere que el número de mujeres doctoradas en Ciencias Físicas no puede ser tenido en cuenta para justificar la ausencia de mujeres entre los premiados con el Nobel de Física.
Segunda opción. Un estudio reciente de la AIP sobre estudiantes de doctorado que lo obtuvieron en universidades de Estados Unidos hace entre 10 y 15 años, muestra que tanto hombres como mujeres están igualmente capacitados para trabajar en laboratorios de investigación o en el ámbito académico. Además, ambos están igualmente capacitados para la investigación básica, que es el tipo de investigación que conduce a la adquisición del Premio Nobel. Es muy posible  que haya mujeres que estén realizando el tipo de investigación de vanguardia que gana el Premio Nobel, y por tanto, la segunda explicación tampoco es válida para justificar el bajo número de laureadas.

La tercera opción puede ser, en parte, la respuesta a esa disparidad entre premiados y premiadas. Incluso si hombres y mujeres siguen caminos similares, quizás algo ocurre a lo largo de ese camino que facilita a los hombres a desarrollar investigaciones que conducen a la obtención del Premio Nobel. Los resultados de la encuesta realizada a casi 15000 físicos, hombre y mujeres, en todo el mundo, sugieren que las mujeres no tienen el mismo acceso a las oportunidades y recursos para progresar en su carrera investigadora que los hombres.

Cuarta opción. En los últimos cincuenta años, las candidaturas al Premio Nobel se mantienen en secreto y esto hace imposible conocer el número de mujeres existentes entre los  nominados. Por tanto, podría ser que las mujeres nunca alcancen a estar presentes dentro del grupo de nominados. Sin embargo, vamos a suponer que dentro de este grupo de nominados hay un número representativo de mujeres. Es posible que la quinta de las ideas expuestas al principio sea la correcta: la probabilidad de ganar el Premio Nobel depende del sexo de los nominados, y las mujeres, aun siendo nominadas,  tienen menos probabilidad de hacerlo por un sesgo inconsciente o evidente.

Hay investigaciones realizadas en las Ciencias Sociales que apoyan la existencia de un sesgo inconsciente según el cual las personas actúan bajo esquemas preconcebidas como la de que las mujeres no pueden hacer Ciencia tan bien como los hombres. Sea cual sea el significado de este sesgo inconsciente, menores oportunidades y recursos, menores oportunidades de desarrollar su trabajo o menores probabilidades de ser nominadas, el resultado es el mismo: un menor número de galardonadas en este campo y en particular, con el Premio Nobel.

¿Podría darse la situación que mientras se han apoyado políticas para aumentar la presencia de la mujer en las distintas ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, los encargados de juzgar los trabajos de investigación han sometido su valoración a este sesgo inconsciente? Nuevamente, el escaso número de mujeres laureadas con el Nobel de Física siguiere que así sea.

Para evitar este sesgo inconsciente, ¿se puede plantear la idea estudiar los trabajos de investigación sin conocer de quien proceden? Para el Premio Nobel esta opción sería imposible ya que los  nominados y sus investigaciones son bien conocidos dentro de su ámbito de trabajo. Sin embargo, esta idea podría desarrollarse en los niveles más bajos de la investigación para poner de manifiesto las desigualdades existentes, a nivel de oportunidades y recursos, en el desarrollo de la investigación de vanguardia.

A día de hoy, la mayoría de los esfuerzos se han centrado en incrementar la presencia de la mujer en la Ciencia Física; ¿estos esfuerzos han distorsionado, y tal vez ocultado, el problema fundamental de acceso de la mujer en las mismas condiciones que el hombre en el campo de investigación de las Ciencias Físicas? Lograr aumentar el número de mujeres premiadas con el Nobel no puede convertirse en una cuestión de aumentar el número de ellas en este campo, si luego se las abandona en el desierto una vez que han llegado.
En lugar de centrarse únicamente en conseguir un aumento del número de mujeres en Física, debemos poner solución a las situaciones de no igualdad de oportunidades o de acceso a los recursos para las investigadoras en Física.

El anuncio del Premio Nobel la próxima semana será un motivo de celebración. Pero también será una buena ocasión para reflexionar. Para juzgar el valor de la labor científica, debemos cerrar los ojos ante el sexo del investigador.

Esa debe de ser nuestra ambición ciega.  
Si estás interasado en leer el artículo original, este es el enlace directo: BLIND AMBITION