miércoles, 25 de septiembre de 2013

A MODO DE PRESENTACIÓN

En 1906,  Santiago Ramón y Cajal (1854-1934) recibió el premio Nobel por su trabajo en el conocimiento de las células nerviosas. En 1932, este gran científico español escribía: "Es un lugar común que el hombre y la mujer no son iguales, sino complemetarios, como lo son la abeja y la flor. Y se corre el grave riesgo de que el trabajo de taller o de obrador; fatal a la belleza y a la salud femenil, produzca a la larga un tipo de hembra abortada, comparable a la obrera de los himenópteros."
Rita Levi Montalcini (1909-2012), en 1986 recibió el premio Nobel por su trabajo en el conocimiento del crecimiento de las células. En su libro Elogio de la Imperfección escribió: "Una vez terminada la enseñanza básica tocaba elegir la enseñanza media que determinaría a su vez la carrera posterior: universitaria, artística, técnica, o bien el magisterio. Era una decisión importante para los chicos, pero no para las chicas, pues se daba por descontado que la carrera que nos esperaba era la de ama de casa, buena esposa y madre. Aunque las tres (se refiere a sus hermanas) habíamos demostrado una capacidad excelente para los estudios, nuestro padre decidió que seguiríamos la enseñanza media y luego la escuela femenina de segunda enseñanza, que en aquella época no posibilitaba el acceso a la Universidad."

Podríamos pensar que son cosas del pasado pero tal vez, y digo tal vez, no sea así...

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