lunes, 1 de diciembre de 2014

BECAS L'OREAL-UNESCO 2014

El pasado 26 de noviembre, el programa L’Oréal-UNESCO For Women In Science, hizo público las cinco premiadas en España con una beca de investigación dotada con 15000 euros. Este premio es un reconocimiento a una carrera investigadora sólida y con relevancia. La cinco premiadas de este año son: Elisa Antolín, Ana Belén Hungría, Eva Pellicer, Rocío Ponce y Leticia Tarruell.



Elisa Antolín. Doctora en Ciencias Físicas, en la actualidad trabaja en el Instituto de Energía Solar (Madrid). Su proyecto de investigación se centra en crear un nuevo tipo de células solares capaces de absorber toda la energía que desprende un rayo de sol. Esta investigadora, que en la actualidad se encuentra embarazada de su primer hijo, reclama medidas para que las mujeres puedan asumir una responsabilidad familiar sin tener que apartarse de la investigación y se muestra incierta ante su futuro. “No sé cómo voy a compaginar ambas cosas, hay muy pocas ayudas”. Se muestra decidida al exigir que se cumpla la ley y que la comunidad científica tenga sensibilidad hacia las obligaciones familiares de las mujeres. “Aunque nos cueste reconocerlo, la discriminación intelectual hacia la mujer no está totalmente erradicada”.

Ana Belén Hungría. Doctora en Ciencias Químicas, en la actualidad es investigadora con una beca Ramón y Cajal en la Universidad de Cádiz. Su proyecto de investigación se acerca a una realidad donde la sociedad sea independiente del petróleo. Estudia cómo sustituir este combustible por hidrógeno, mucho más sostenible. “La solución pasa por dedicar financiación y por la participación de las grandes petrolíferas”. Interesada en frenar el cambio climático, durante su tesis doctoral contribuyó al diseño de nuevos sistemas para descontaminar los gases de los tubos de escape de los coches. “La carrera científica está pensada por hombres que no tienen obligaciones familiares”, explica contundente y añade que cuidar a sus hijos y ocuparse de su trabajo le resulta muy difícil, a pesar de que su pareja es totalmente paritaria. “A diferencia de otros países, las jornadas de trabajo en España no permiten conciliar la vida familiar, no concuerdan con el horario escolar”.

En una entrevista en diarioabierto.es, habla sobre su investigación y la concialiación familiar en estos términos:

diarioabierto.es: Es sabido que los recursos fósiles son finitos, pero… ¿hay previsiones con respecto a cuántos años faltan para su extinción?
Ana Belén Hungría: No es fácil estimar una cifra concreta. Se pueden hacer previsiones, pero al encontrar cada cierto tiempo nuevos pozos, esas estimaciones cambian.
diarioabierto.es: ¿Cómo se obtiene el hidrógeno?
Ana Belén Hungría: Se puede obtener de muchas formas. Una de ellas, es a partir del agua, por ejemplo, ya sea por electrolisis o utilizando, por ejemplo, un fotocatalizador. Hoy día, el hidrógeno que se utiliza proviene principalmente del reformado de hidrocarburos, por ejemplo, a partir del metano.
diarioabierto.es: ¿Y qué lugar ocupan en ese proceso de reformado de hidrocarburos los catalizadores objeto de su investigación?
Ana Belén Hungría: Casi todas las reacciones químicas necesitan la presencia de un catalizador para acelerarlas. Los catalizadores que investigamos en mi grupo eliminan el monóxido de carbono (CO) contenido en el hidrógeno obtenido a partir de hidrocarburos. Ese CO podría envenenar los electrodos de la pila de combustible en la que a partir del hidrógeno obtenemos energía eléctrica, por lo que es preciso eliminarlo selectivamente antes de que llegue a ella. Para eliminar ese CO hay que oxidarlo a CO2. Con la presencia del catalizador adecuado, conseguimos oxidar selectivamente el CO al CO2 en presencia de hidrógeno.
(…)
diarioabierto.es: ¿Cree que las investigadoras ocupan los puestos de responsabilidad que les corresponde?
Ana Belén Hungría: Es evidente que hay muchas menos mujeres que hombres en los puestos de responsabilidad, algo que ocurre en la ciencia, en la política, en las empresas… ¿Por qué? Hay factores culturales, sociales… Yo, con dos hijos de tres y cinco años, estoy muy sensibilizada con la conciliación. La carrera científica está hecha para gente sin cargas familiares. Son muchas horas de laboratorio, hasta muy tarde, viajar al extranjero con estancias de dos a tres años, acudir a congresos internacionales como mínimo una o dos veces al año… Para poder hacer eso, el sistema te debe permitir conciliar, y tienes que tener una pareja que concilie. Por tanto, hay mujeres en la ciencia que optan por otras vías para desarrollar sus vidas profesionales. Otro factor puede ser que lo similar llama a lo similar. Si la presencia masculina en los órganos de dirección es mayoritaria, a la hora de incorporar a alguien nuevo, la inercia puede conducir a perpetuar esta situación.

Eva Pellicer. Doctora en Química por la Universitat de Barcelona, en la actualidad es investigadora con una beca Ramón y Cajal en la UAB. por su trabajo en la búsqueda de alternativas energéticas verdes a los combustibles fósiles tradicionales (petróleo). Fueron sus profesores en la Educación Secundaria quienes animaron a Eva Pellicer a decantarse por la ciencia en un momento difícil para ella. A la edad de 16 años, le diagnosticaron artritis reumatoide crónica, una enfermedad degenerativa que actualmente le provoca una minusvalía del 67%. “He desarrollado una fuerza de voluntad para seguir adelante a pesar de todo”, asegura. Aunque debe vencer el dolor y el cansancio y no puede pasar estancias largas en el extranjero, la doctora se toma su enfermedad con filosofía positiva: “Lo miro como una oportunidad para dar un mensaje a la gente de que no desista en lo que le guste”. Su postura es muy crítica hacia la situación de la mujer. “No existe igualdad. A pesar de que existen muchas estudiantes, cuando escalas en la carrera investigadora hay muy pocas mujeres, sobre todo en puestos de decisión”.

Rocío Ponce. Doctora en Química por la Universidad de Málaga, durante toda su carrera ha perseguido crear una tecnología no dañina para el medio ambiente. La premiada científica invertirá los 15.000 euros en continuar con la búsqueda de materiales orgánicos (polímeros) que sustituyan a los utilizados por la tecnología actual, caros y poco ecológicos. “Podríamos llegar a cubrir las ventanas y paredes de nuestras casas con células solares transparentes y flexibles y cubrir los coches para que se autoabastecieran de energía". Siguiendo con su investigación, con respecto a las placas solares flexibles, la investigadora comenta, “La principal será un menor coste. Se podrán fabricar células solares y dispositivos electrónicos mucho más baratos que los actuales de silicio. Al utilizar materiales moleculares y polímeros, que al fin y al cabo son plásticos, se podrían depositar en cualquier superficie: sobre sustratos que sean flexibles y también transparentes. Por ejemplo, se podrían cubrir las ventanas y las paredes de las casas de células solares y las carrocerías de los coches. Podrían incorporarse a casi cualquier arquitectura. Además, como serán más baratas, se podrán llevar a las zonas menos desarrolladas.” Con respecto a la situación en España de la investigación, comenta cual fue su situación, “El peor momento de mi carrera lo viví al terminar mi estancia postdoctoral, cuando quería permanecer en España. Me encontré con que no tenía ninguna opción aquí y me planteé desarrollar mi carrera en otro sitio”. Sin embargo, consiguió permanecer en el país. Por último, también deja claro su pensamiento respecto al papel de la mujer en ciencia, al señalar la difícil conciliación familiar: “Tengo que sacar horas donde no las hay y hacer malabares”

Leticia Tarruell. Es líder del grupo junior de Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona. Especializada en física cuántica, experimenta para crear nuevos materiales. Su trabajo de investigación se ha convertido en el primer experimento en España de construcción de materiales artificiales utilizando el gas de átomos "ultrafrío". La científica persigue simular materiales con átomos a temperaturas próximas al cero absoluto. A pesar de sus conocimientos y su talento, Leticia afirma que en España no podría haberse desarrollado profesionalmente. “Sin la oportunidad de quedarme en París para hacer un máster orientado a los átomos fríos, nunca habría seguido investigando en ese campo”, explica. Leticia, que destaca por haber creado el grafeno artificial, un material que promete muchas aplicaciones, corrobora que no hay muchas mujeres que ejerzan en su campo.


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