Lugar y fecha de nacimiento: Badajoz, 1977
Formación académica: Licencias en Veterinaria con un doctorado europeo del Medical Research Council.
Línea de investigación: el papel de las estrés quinasas en el desarrollo de enfermedades asociadas a la obesidad como enfermedades cardiovasculares, diabetes y el cáncer hepático.
Lo primero que hay que decir de esta investigadora es que, a pesar de juventud, no se la puede considerar como una promesa, sino más bien como una realidad en el panorama investigador español.
En la actualidad trabaja en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) con una beca de investigación Ramón y Cajal desde 2009. En el CNIC lidera un grupo de investigación de 11 personas, 9 de ellas mujeres.
Desde sus inicios, esta brillante investigadora destacó en los estudios que le llevó a ser aceptada en el prestigioso equipo de investigación de Howard Hughs por su investigación sobre las proteínas quinasas del estrés. Permaneció en este equipo desde 2005 hasta 2009. Entre otros premios, ha sido reconocida por la Fundación L'Oreal-Unesco por su estudio sobre la obesidad y su relación con el cáncer hepático y la diabetes, ha recibido el Premio Príncipe de Girona en Ciencia y Academia o por su destacada labor a favor de los derechos de la mujer, la Estrella de la Comunidad de Madrid. En la actualidad pertenece al Top 100 mujeres en el apartado de Investigadoras y Académicas.
Guadalupe Sabio Buzo ha trabajado muchos años en el extranjero, cuando en una entrevista en el periódico El Mundo (marzo, 2014) le preguntaron sobre la posición de la mujer en la investigación científica, respondió que en todos los países coincide: “No hay mujeres en los puestos altos y te atacan mucho por serlo cuando lo consigues. Te critica si eres dura, si eres blanda… Hay que hacer malabares. A un hombre no le cuestionan por esas cosas”.
En esa misma entrevista, habla duramente del papel de los políticos en el desarrollo de la Ciencia en España: “El problema es que la Ciencia es lenta y ellos lo ven todo a 4 años. No invierten porque saben que no se podrán colgar la medalla. Una investigación puede durar seis años de media. En Alemania, por ejemplo, la crisis no ha afectado a la inversión en I+D. Si creamos un país que lo que ofrecemos es mano de obra barata y no innovación, en eso ya hay otros países que nos ganan.”
Por último, nadie mejor que ella misma para explicarnos en qué consiste su investigación y los efectos que tiene sobre ella la labor investigadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario